Pequeno Hermanos Y Hermanas de ÁFRICA

CARISMA (un carisma especial para el proyecto de nuestro Padre)

El mismo nombre de la asociación indica que es su propio carisma franciscano: ser menor de los hermanos para cada persona, con especial referencia a África. 
  
Como punto de partida, el Espíritu Santo otorga a cada miembro de nuestra asociación, muy similar a San Francisco de Asís, para contemplar de una forma particular de Jesús, el Hijo del Padre, por el acto de humildad y de negar a sí mismo por nosotros. 
  
Como Jesús, de amor y humildad, se hizo nuestro hermano y agente, por lo que, de amor y humildad, aspirar a vivir como hermanos y hermanas menor de todas las personas, particularmente los menos y la última, más que reflejar en sí mismos la rostro doliente del Hijo del Hombre. 
  
Durante siglos, ahora África ha sido el símbolo de la opresión del hombre sobre el hombre, algo de que avergonzarse, y esto sigue siendo impresionado en la psicología de la especie humana. 
  
El grito de los pobres no escuchado por los ricos del mundo, es escuchado por Dios también mediante el envío de poco los hermanos y hermanas para curar la heridas espirituales y materiales de todos, que le propone un itinerario hacia la libertad de los hijos de Dios.

SOLIDARIDAD: El Nuevo Nombre de la Paz.

La verdad incuestionable que todos los seres humanos son hermanos y hermanas saca la consecuencia lógica de que debemos vivir como tales, sin renunciar a nosotros mismos de manera inaceptable la diversidad de la vida. 

En un mundo de injusticias, es un deber de participar con el menor, en los pasos de Jesús, el Hijo de Dios que se hizo pobre por el bien de todos nosotros, pero especialmente para ellos. 
  
En cuanto a los Pequeños Hermanos y Hermanas de África, esta solidaridad no significa que sólo quieren ayudar a los pobres, sino para compartir lo más posible en sus dolores y esperanzas. 
  
Esta es la vocación radical de la vida, estar cerca de los pobres, que marca su más eficaz la pobreza en la alimentación, el vestido, el medio ambiente, el uso de medios de comunicación y todo lo demás.

Para que los africanos a través de los africanos libres implica una profunda inculturación del mensaje del Evangelio y de la vida consagrada, enraizada en castidad, pobreza y obediencia, y las hace plenamente comprensible y eficaz en la realidad actual.

LOS FUNDAMENTOS

• CASTIDAD. La fuerza del amor que brota hacia adelante desde un corazón limpio, siempre dispuesto a donar a sí mismo y servir a todo el mundo, nunca esclavizados al egoísmo de las pasiones, un objetivo al punto de con plena convicción para llevar adelante el sector de las frutas más.

• POBREZA. La libertad interior, que se deriva de la elección radical de los bienes eternos, desde el abandono de sí mismos en las manos de Dios, de compartir todo con el menor y el último, que cuentan con menos de las necesidades básicas de la vida.

• OBEDIENCIA. La actitud más profundo del Hijo de Dios, capaz de anular todos sus propios deseos, para reconocer y poner en práctica hasta el final el designio de amor del Padre en nombre de todos los hermanos.